Temperaturas que rebosan los 40 ° C y la exposición de los dispositivos tecnológicos a la luz solar durante largos períodos de tiempo pueden provocar que estos se sobrecalienten y tal y como hemos visto en las noticias y en internet, varios teléfonos explotan y empiezan a arder por este exceso de calor, cosa que no debería de pasar, porque se supone que estos teléfonos están preparados para aguantar eso y mucho más, aunque los expertos recomiendan una temperatura para los teléfonos de entre 0 y 35 C.
