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¿Cuándo debo ir al dentista? ¿Síntomas y motivos?

dentista con paciente

Ir al dentista se trata de una necesidad no solo para la salud, sino también para garantizar la estética de tu sonrisa. Por eso es recomendable que lo hagas, por lo menos cada 10 meses, aunque la verdad es que la frecuencia con que acudas al dentista podría variar dependiendo de las necesidades individuales que puedas tener.

Razones y síntomas por los cuales acudir al dentista

Como ya señalamos, conviene que visites al dentista anualmente o cada 10 meses, a fin de llevar a cabo una revisión rutinaria.

No obstante, los especialistas suelen aconsejar adelantar el momento de esta visita en caso de que se presente alguno de los motivos o síntomas que estaremos mencionando a continuación:

Limpieza dental

Para comenzar, resulta esencial que, por lo menos, cada 6-8 meses acudas a un profesional para realizarte una limpieza dental. Y considerando que este servicio dental suele servir de igual manera como revisión general para el estado de la boca, tomarte un tiempo para hacerlo puede ser bastante práctico a efectos preventivos.

En esta parte se pueden detectar los problemas bucales y su solución. Como puede ser tanto la necesidad de ortodoncia como llegar a necesitar implantes dentales por verse la pieza dañada. Dependiendo del caso, el dentista recomendará un tratamiento u otro.

Sangrado de encías

En numerosos casos suele ser común pensar que las encías sangran como parte del proceso normal del cepillado dental; no obstante, lo cierto es que esto no es así.

Una inadecuada higiene oral podría llegar a generar la acumulación tanto de placa bacteriana como de sarro alrededor de la cavidad oral, causando que las encías se inflamen.

paciente en dentista

Dicha inflamación, al igual que el sangrado causado por la misma, suponen un claro síntoma asociado con la gingivitis.

Ahora bien, cabe decir que la gingivitis se corresponde al estado inicial de la periodontitis; se trata de un problema reversible que puede abordarse a través de una limpieza bucodental que permita deshacerse del cúmulo de placa y sarro.

Sin embargo, resulta esencial que al percibir este tipo de síntomas te dirijas a un dentista, dado que al no tratar a tiempo la gingivitis, podría terminar convirtiéndose en la enfermedad periodontal, la cual supone una afección crónica que podría representar una amenaza en cuanto a la estabilidad de los dientes.

Sensibilidad dental

Muchas personas suelen quejarse de sentir molestias y/o dolor cuando toman, por ejemplo, alguna bebida demasiado fría, y esto suele deberse a que padecen de sensibilidad dental.

Y si bien puede tratarse de otro síntoma que la mayoría de las personas tienden a normalizar, la verdad es que la sensibilidad dental podría llegar a consistir en un signo de debilidad en el esmalte dental, al igual que la presencia de grietas y/o fracturas alrededor de la estructura dentaria.

También podría deberse a la existencia de caries o de afecciones periodontales, e incluso también, podría suponer una recesión gingival generada como consecuencia de un cepillado bastante agresivo.

Sin embargo, hay que decir que se trata de un síntoma totalmente normal cuando acabas de realizarte un blanqueamiento o una limpieza dental.

Dolor en algún diente

Las molestias o dolencias en algún determinado diente, por lo general, supone la principal razón para acudir a un dentista; ahora bien, es posible que estos dolores se encuentre relacionados a distintos orígenes, incluyendo los siguientes:

  • La presencia de alguna caries dental extensa, la cual no fue tratada a tiempo.
  • La presencia de algún absceso dental.
  • La erupción de las muelas del juicio.

Sea cual sea la razón, al sentir dolor en cualquier diente, lo más recomendable es que acudas rápidamente a un dentista, ya que en muchos casos, una acción rápida no solo facilita el tratamiento, sino que además permite prevenir posibles complicaciones futuras.

De la misma forma, es aconsejable que vayas al dentista al percibir cualquier posible movilidad y/o cambios en algún diente, sin importar que tan ligera sea, al igual que luego de recibir algún traumatismo dental y percibir que la pieza dental afectada comienza a oscurecerse.

Dolencias en la mandíbula, cabeza y/o cervicales

En ciertos casos, tanto las cefaleas como los dolores cervicales suelen ser causados como consecuencia de una patología conocida como bruxismo, la cual implica el hábito no solo de apretar los dientes, sino también de rechinarlos, de manera involuntaria.

Cabe mencionar que esta afección suele ser más común a lo largo de las horas de descanso, razón por la cual quienes la padecen tienden a experimentar los síntomas señalados previamente cuando se despiertan.

De manera que si experimentas esta clase de síntomas, es muy recomendable que visites a un dentista.

Podemos decir, además, que la solución para este tipo de problemas suele ser bastante simple, dado que supone la confección y uso de una férula de descarga, que logra mejorar de forma considerable estas dolencias.

No obstante, en esos casos donde el bruxismo ha causado cierto daño en las piezas dentales, resulta preciso someterse a un tratamiento, el cual suele suponer la colocación de carillas y/o coronas dentales, que permita recuperar la estética de los dientes.

Halitosis o mal sabor de boca

Si has percibido  que habitualmente tienes un amargo sabor en la boca y/o tienes mal aliento de forma recurrente, es posible que se deba a periodontitis, un problema de caries dentales extensas o la presencia de alguna infección en la cavidad oral.

En cualquier caso, lo recomendable es que acudas a tu dentista de confianza para detectar el origen del problema y tratarlo correctamente.